lunes, 9 de marzo de 2009

Presentación


Las esculturas de Pedro Tricárico proponen una estética de la levedad, cualidad que otorga vuelo y candor a su obra plástica. Como desprendidas de una de las ciudades invisibles de Italo Calvino, las siluetas frágiles de Tricárico, se elevan en su delgadez como centinelas nocturnos de atalayas imaginarios. Con la sencillez y austeridad de los materiales con que fueron construidas, estas discretas presencias se integran entre sí con sutil armonía y tal vez no sean nada más que los brazos comunicantes que unen el mundo interior de quien las ha concebido con aquel otro, cotidiano rasante e inasible. Una forma muda de elevar el alma, desde la madera tallada, desde el vuelo del metal. Tricárico nos permite descubrir en la gracia y sencillez de sus esculturas la simetría especular de su imaginación,. Vuelo y simpleza en suma levedad.

Liliana Fitcher, junio 2005

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